Bajo el sol de Sepúlveda

A todos nos gusta hacer una escapadita de vez en cuando, sobre todo en verano, la estación perfecta para viajar y desconectar.
Eso es justo lo que hizo Mila hace un par de días, atrás dejó Madrid para visitar Sepúlveda, un bonito y pintoresco municipio de la provincia de Segovia.
Sepúlveda cuenta con un gran número de monumentos, muchos de ellos declarados Bien de Interés Cultural. Su rico patrimonio, tanto civil como religioso, motivó su declaración como Conjunto Histórico-Artístico.
Recorrer sus calles y caminos permite adentrarse en su historia, sus enigmas, sus iglesias románicas, sus palacios, sus fueros, en su aire, su luz, sus colores y su silencio.
El centro neurálgico de la villa es su Plaza Mayor que, a diferencia de muchos otros lugares, se encuentra fuera de lo que era el recinto amurallado, es decir, extramuros. Si te sitúas frente al edificio del reloj, se puede admirar una de las joyas y construcciones singulares de la localidad, el castillo.
La Plaza era un lugar en el que se celebraban los mercados, así como los bailes y las fiestas populares. Hoy sigue siendo el espacio de celebración de mercados y todo tipo de actividades culturales.